sábado, 7 de enero de 2017

Toda la verdad de mis propósitos 2017

Empieza el año y con él tooodos los propósitos que nos hacemos, gimnasios a tope, intentando entrar dentro de un prototipo imposible... Nunca se es demasiado delgada, demasiado guapa, nunca se tiene el pelo suficientemente largo, ni suficientemente brillante.
Academias de idiomas repletas que meses después irán dejando libres sus pupitres.



Pues yo este año me he hecho el propósito de algo diferente, y escrito en letras luminosas para no olvidarlo:

Quererme.
Querer mi cuerpo, con mis varices, con mis estrías.
Querer la cicatriz de mi parto que me recuerda que es lo más bonito y generoso que he hecho en la vida: compartir desde ese momento todo mi universo al ser madre.
Querer mis músculos y mis huesos, que hoy en día están fuertes y pueden soportar el esfuerzo físico que en estos momentos requiere mi marido, y mis hijas.
Querer mis "lorzas", mis pelos donde no deben estar, y en momentos que no deben estar.
Querer mis imperfecciones, porque estoy viva, y sana.

Puede resultar una obviedad, pero mis largas idas y venidas a hospitales me hacen darme cuenta de una realidad en la que cinco o diez kilos arriba o abajo, o una talla menor o mayor de sujetador no tiene importancia cuando a lo mejor te enteras que tienes un bultito sospechoso en el pecho, y los kilos te dan igual si estás inmóvil en una silla de ruedas.

Por supuesto, todo absolutamente todo es relativo si la enfermedad entra dentro de una familia. Por lo cual, mi propósito para el 2017 es quererme tal y como soy, cuidarme para estar sana y otro de mis propósitos importantes es en base a mi huella ecológica, vamos, no solo cuidarme yo, sino hacer mi entorno más inmediato más saludable, iniciativa que iré explicando en futuros posts y enseñar a mis hijas a buscar la posibilidad de poder cambiar este mundo lleno de consumismo y falta de valores.

Eso sería genial, si señor.
Un abrazo


No era a esto a lo que vinimos

Cuando era pequeña, era una niña buena, sí, de esas niñas que obedecen cuando se les manda, que calla cuando los mayores hablan, que respeta...