jueves, 1 de junio de 2017

Síndrome del impostor

El tiempo va pasando, y esta enfermedad se nos lleva parte de nuestra alma, al menos así lo siento yo. Cuando parece que nada puede ir más mal de lo que va, entonces mi cerebro se empeña en boicotearme con el "síndrome del impostor".  Una persona a la que admiro mucho habló de esto en su canal de Youtube y me dió por pensar, porque últimamente tengo exactamente esa sensación.

Os hablaré del " síndrome  del impostor": es un fenómeno psicológico en el que las personas son incapaces de internalizar sus logros, permanecen convencidos de que son un fraude y de que no merecen sus logros, que ellos mismos piensan que se deben a a buena suerte, azar o coincidencia (fuente: Wikipedia).

Y es que las sensaciones ante el tifón ELA son tantas y con tantísimos matices, hay muchas cosas evidentemente negativas, la falta de movilidad, locución, deglución... Y la constante necesidad de adaptación ante distintos problemas hace de los enfermos unos seres admirables, por su fortaleza, por su pasión ante una vida que irremediablemente se les escapa de las manos.

Yo siento que mi vida, tan unida a esta enfermedad, que tanto me ha quitado pero a la vez que tanto me ha enriquecido como persona, haciéndome más paciente, más tolerante... Y aspectos que solo entiendes cuando estás dentro de este proceso tan devastador.

He conocido gente tan impresionante, dentro del círculo de la ELA y fuera, gente que está haciendo que este momento de mi vida no caiga en una depresión profunda y me esfuerce en sonreír, gente que me enseña cosas maravillosas de esta vida. Y que me valora, me entiende, me apoya y me levanta cuando yo misma no tengo fuerzas para hacerlo.

Y es por eso, que a veces pienso en este torbellino de buenas intenciones, de buen rollo, de buena gente... Y me da miedo, que esto sólo sea porque hay una enfermedad tan grave en mi familia y en realidad les de pena, mucha pena... Que conste que no juzgo, yo también me doy pena si me pongo a pensar, por eso intento no hacerlo mucho y relativizar todo lo que pueda.

He pasado de ser Beatriz madre, esposa, hija, hermana, vecina, y profesional (esto último es lo que más me duele) a ser sólo la mujer de Israel, el enfermo de ELA, y a veces creo que llevo una bandera que me queda grande. La gente tiene un concepto de mi de persona fuerte, valiente... Y muchísimas veces no es así. No merezco admiración porque cualquiera lo haría, ya no solo por mí marido, lo he hecho, lo hago y lo seguiré haciendo siempre por mis hijas, porque aunque todavía no lo sepan, ellas necesitan que yo esté en este lugar, haciendo lo que hago.

Y me equivoco mucho, y lo seguiré haciendo, pero siempre tirare para delante mientras las fuerzas me acompañen

Me castigo pensando, que el día que falte mi marido me quedaré sola, en un mundo vacío ya de sensaciones y de valores, vacío de intenciones, vacío, inmensamente vacío.

Y lo peor, es que ya no sé si me quedarán fuerzas para llenarlo de nuevo.

Un abrazo


No era a esto a lo que vinimos

Cuando era pequeña, era una niña buena, sí, de esas niñas que obedecen cuando se les manda, que calla cuando los mayores hablan, que respeta...