A veces es muy difícil expresar con palabras sentimientos encerrados, pensamientos que no deben salir, por ser demasiado duros, que hieren demasiado, a quien los piensa y a quien los lee o escucha.
Un día la soledad invade tanto toda tu vida que no ves nada más, y crees esto nunca cambiará.
Y ¿Qué se hace cuando una se siente viva?Cuándo piensa que por más que quiera ya nada volverá a ser como antes, pero qué se debe continuar... Y que quiere vivir.. VIVIR.
Este año fue extraño, pensé morir... pero estoy viva.
No hay nada que pueda hacer mas de lo que hice, y me siento bien por cada uno de mis actos. ¿Pude hacerlo mejor? Claro.
Pero lo intenté. Intenté que mis hijas no sufrieran, intenté mantener el control de la situación aunque por dentro todo era un desastre, intenté ordenar todo, mi persona, mi vida, mi casa, mi papel como un única figura fraterna... Intenté seguir con mi vida...
Pensé que al año todo se pasaría, la angustia, el insomnio, la ansiedad, la tristeza... No fue así, y me dolió darme cuenta que no puedo controlarlo todo.
Ahora acabo el año con ilusión, rodeada de gente maravillosa que siguen a mi lado, a pesar de todo, haciendo las cosas lo mejor que puedo, dándome permiso a equivocarme, a no castigarme, a no llegar a todo... Y a veces a no llegar a nada.
Y estoy muy agradecida, porque la vida me sigue sorprendiendo, no soy la persona con más suerte del mundo, pero sí muy positiva. Y agradezco cada una de las cosas buenas que a pesar de la tempestad he ido encontrando por el camino.
Y espero que el año siguiente y los venideros traigan un maravilloso mundo de colores y risas, de arco iris y nubes de algodón. Porque la vida es ilusión. Y uno se debe agarrar a ella con uñas y dientes.
¿No creeis?
Un abrazo y Felices Fiestas a todos!
