lunes, 15 de mayo de 2017

Mea culpa

Hoy quería hablaros de la culpabilidad. Si, esa gran enemiga que está al acecho en nuestros momentos más bajos, cuando te sientes vulnerable, insegura, perdida... Ahí está ella, para hacerte sentir culpable, para hacerte creer que no eres suficiente, que no te lo mereces, que lo haces mal... Hagas lo que hagas, algo habrás hecho mal.

Y es que, hagas lo que hagas, es cierto, algo habrás hecho mal, seguro. Pero igualmente seguro que habrás hecho otras tantas cosas bien, quizás la mayoría. O quizás lo has hecho fatal, pero... ¿y qué? Estoy segura que algo podrás remediar.

Lo malo, y creo que alguna vez lo he nombrado por aquí, es que estamos educados en una sociedad tan competitiva, que a consecuencia nos genera una autoexigencia totalmente tóxica.
No hay nadie más tóxico que uno mismo cuando tiene miedo.
Miedo al que dirán, miedo a no ser suficiente, miedo al fracaso, miedo al éxito, miedo a la soledad... Demasiado miedo.

La culpabilidad no sirve absolutamente para nada, ya que, como dice el Proverbio chino: "si algo tiene solución por qué preocuparse y si no la tiene preocuparse no sirve de nada".

Hay que perdonarse a uno mismo, mirarse con cariño...
Yo sigo en ese proceso, sé que algún día estaré en paz, ahora es solo eso... Un proceso.

Un abrazo

domingo, 7 de mayo de 2017

Feliz Día de la Madre

Hoy quería felicitar a una de las personas más importantes de mi vida, sino la más.
Quería decirle lo muchísimo que la quiero, que sin ella la vida sería un desastre, porque se ha ocupado de que siempre, siempre, siempre supiésemos que estaba a nuestro lado, a pesar de todo.
Me gustaría que supiese que es un ejemplo en mi vida de persona resiliente, de valiente, de generosa y de buena persona.
Mi madre es un estilazo de mujer, yo no he salido exactamente a ella, pero me gustaría pensar que algo hay, jeje.

Es un poco débil para según qué circunstancias, pero se le perdona, porque su vida no ha sido fácil, y todo, absolutamente todo se lo ha tenido que ganar con mucho esfuerzo y sacrificio.
Tanto como esposa, como madre, como abuela y como suegra es la mejor, y la queremos mucho.
En los últimos años está sufriendo mucho, soy su única hija y estamos muy unidas.
Me ve sufrir mucho, y no se lo merece...
Pero desde aquí me comprometo a pagar esa deuda: Mamá, te quiero mucho, y te prometo que lo voy a lograr, que voy a ser feliz, que lo vas a ver, que voy a triunfar en la vida y lo voy a conseguir, es algo que nos merecemos, merecemos que entre la alegría en casa.
Y hoy, que además es un día extraño para ti, por un tema muy injusto que tú y yo sabemos, que te ha hecho sufrir mucho en el pasado, ahora ya no, todo se enfría, pues quería recordarte que todos los demás sí que te queremos hasta el infinito.

Un abrazo


lunes, 1 de mayo de 2017

Desahogo modo on

En primer lugar disculpad el tiempo que hace que no me paso por aquí.
Por otra parte hoy ha sido el Día del trabajador y quería comentaros algo que últimamente me ha indignado mucho, ya que he empezado a trabajar después de una baja de larga duración.
Hace unos años eramos normales, mi marido trabajaba y yo también, ambos aportabamos en casa y teníamos un nivel de vida bastante desahogado. Luego, todo se desmoronó, como cuando haces castillos de naipes, cuidadosamente pones cada pieza creando un castillo que sabes que antes o después va a caer.
Pues así mismo pasó, el dejó de trabajar, después los problemas de salud fueron continuos y cada vez más y más dependientes, exigiendo una dedicación completa de toda persona que se encuentra a su alrededor.
Al principio de su incapacidad y, a pesar de quedar parcialmente incapacitado, pero con una lesión importante tanto de equilibrio, como de psicomotricidad, etc. Le dieron una pensión de incapacidad permanente absoluta (esto quiere decir que no puede trabajar en nada nunca más), y el pobre pensaba que aunque fuese de recepcionista o conserje podría... Qué iluso!.
Más tarde, y, tras el diagnóstico de ELA pedimos revisión y le dieron la incapacidad permanente de Gran Invalidez. Y nosotros al aumentarle la paga nos alegramos porque pensábamos que era una buena paga y podríamos vivir más desahogados. Poco después vendría todo lo demás... Todo... Todo lo que nos iría destruyendo poco a poco, y creedme, no hay paga suficiente en el mundo para paliar este sufrimiento, no la hay.
No lo pude soportar, y cogí una baja que ha durado el máximo permitido, en el que le he cuidado lo mejor que he podido a tiempo completo, pero no hay bajas indefinidas, así que me dieron el alta, no por cura, sino por llegar al límite marcado por la seguridad social, que estés bien o no da igual.
Y llegó el día de trabajar, por supuesto a media jornada, con la consecuente merma en el sueldo, y dejar a su madre, con casi setenta años al cuidado de su hijo, durante el tiempo que yo trabajo, una mujer que está delicada de la espalda y que necesita ayuda para levantarlo de la cama, del baño, etc...
Debido a estos problemas y, animada por la gente que me quiere acudí la semana pasada a servicios sociales.
No solo me quedé sorprendida al enterarme que en esos momentos no había una persona que llevase la dependencia, pero que la sustitución entraría a la semana siguiente, sino que, al explicarle mi situación a la persona allí presente, y sentirme como una mierda (no hay palabra que lo defina mejor) me dice, que con lo que cobramos conjuntamente, no llegamos a las ayudas por dependencia ¡no llegamos!
Yo no quiero una paga, quiero una persona que venga a casa y me ayude a levantar a mi marido, a acostarle, quiero un apoyo, solo una persona de apoyo.
Mi marido tiene una enfermedad degenerativa inexorable y mortal, pero quizá la persona que lo acompaña necesite asistencia médica de por vida dado al desgaste que está enfermedad genera en todo su entorno.
Y mi pregunta es ¿cuantas personas hay en día cobrando pagas de emergencia, pagas por hijo, subsidios y demás ayudas del estado? ¿millones? ¿ Porque no obligan a esas personas que perciben ayudas a hacer aunque sea dos horas al día de servicios sociales?
Me siento desanimada, defraudada por un sistema de mierda, que solo hace que fomentar el estraperlo y el pillaje. Una sociedad que gira la cara a los verdaderos problemas de la dependencia, la sanidad y la educación. Una sociedad a la que sólo interesan las estadísticas y la política chanchullera
Donde los valores éticos brillan por su ausencia y que, con cada generación se pierden un poquito más. Dejando a una sociedad carente de respeto y de sentimientos.
Que pena, llegar a tal nivel de desilusión en esta vida.

Gracias por leerme, por lo menos me he desahogado.

Un abrazo

No era a esto a lo que vinimos

Cuando era pequeña, era una niña buena, sí, de esas niñas que obedecen cuando se les manda, que calla cuando los mayores hablan, que respeta...