¡Y es que hay tantos tipos de padres!
Están los padres naturales y devotos, los implicados, que van con sus hijos a todas partes, les enseñan cosas nuevas, les educan con buenos valores, disfrutan de estar con sus hijos y, en definitiva, que nacieron con el "gen padre".
Después están los padres normales, los que no estaban preparados para ser padres, pero se han ido acostumbrando con el tiempo a dejar a un lado a su pequeño Peter Pan y madurar la fuerza, sí o sí, y lo hacen fenomenal con sus defectos y sus virtudes (como todos, no?)
Están también los padres por adopción, por paternidad subrogada, padrastros que se portan mejor que los propios padres y que, aunque son maneras diferentes de ser padre, son totalmente iguales a las de un padre natural.
Con los mismos esfuerzos, los mismos desvelos, las mismas alegrías y las mismas satisfacciones... Y por supuesto, los mismos enfados!.
Pero por último, no puedo dejar de nombrar a esas madres, sí, solo a esas, las que por abandono, separación, discapacidad o viudedad deben añadir a su papel de madre también el de padre. Para ellas mí más profunda admiración y respeto.
Feliz día del padre... A ti también.
Un abrazo